El Ramadam, oremos también!

Ramadam es el mes donde los musulmanes se entregan a la oración y el ayuno. Es parte de su religión.
Quiero invitarte a clamar e interceder por los casi 2.000.000.000 (Sí, 2 billones) de musulmanes que se están yendo a una eternidad sin Jesús. El 22 de Agosto comienzó el Ramadán (hasta 20 de Septiembre), el 9vo mes en el calendario musulmán donde realizan un ayuno diario desde la salida del sol hasta su puesta.Es ayuno de comida y agua solo en la noche ellos cenan para continuar el día siguiente. Es un mes donde todo el mundo musulmán se vuelca en ayuno para buscar a alguien llamado para ellos Alá (Dios). Es un tiempo propicio para que el Espíritu del Señor se revele a tantos musulmanes que buscan con sinceridad a Dios pero que nunca han tenido acceso a escuchar del evangelio de Jesús. Como dijera un escritor cristiano: "Cuando un Musulmán mira hacia Dios en la luz imperfecta de la revelación Coránica y su única razón, él ve el poder y la voluntad de Dios, pero no ve el amor de Dios. Él ve la unidad de Dios, pero no ve que Él es la Trinidad en unidad. Tal conocimiento verdadero de Dios es posible solo cuando uno ve a Dios en Su Hijo Jesucristo". Queremos animarles a clamar cada día de este mes para pedir la intervención soberana de Dios en las vidas de los Musulmanes durante un tiempo cuando son especialmente religiosos. Que la misericordia y gracia del Señor descienda sobre ellos y les alcance a través de sueños y/u otras circunstancias. Son cientos los testimonios de musulmanes que se han convertido a Cristo en tiempo de Ramadán, porque el Señor Jesús se les ha revelado en sueños y les ha mostrado el camino. ¡Gloria a Él! Quizás no puedas ir a algún país musulmán a predicar acerca Quizás no puedas ir a algún país musulmán a predicar acerca de Jesús, pero sí puedes orar por ellos!! Que el Señor abra nuestro corazón a amarles tanto como Él les ama, tanto que también el dio su vida por ellos! ¡¡ALELUYA!! Gracias por responder al llamado.

¿Qué queremos lograr?

El tiempo transcurrido en Bissau hemos podido notar como el evangelio se ha estado realizando en su gran mayoría en la ciudad y sus alrededores, pero muy pocos han logrado una exitosa llegada al interior con el evangelio y el discipulado. Nuestro primer contacto para ingresar a Guinea Bissau, fue el Pastor Gabriel Díaz, quien ha vivido en Guinea Bissau un par de años, y el comenzó un trabajo de construcción de escuelas en el interior de Bissau, en una línea que comprende 5 poblaciones en línea recta hacia Senegal. El interior de Guinea Bissau, las aldeas o “tabancas” como les llaman allí, están lejos de lo conocido como civilización, cada aldea tiene un grupo aproximado de personas de 200 a 500, contando niños mujeres y hombres. Dependiendo de la etnia de la aldea es el lenguaje que se habla. Nosotros comenzaríamos por enfocarnos en las tribus fulas, que se encuentran en esta línea de escuelas que comenzó el Pastor Gabriel.

Por eso nuestro objetivo sería llegar a compartirles el evangelio a los fulas en algunas de las aldeas de allí, pero no solo compartirles el evangelio sino tener un discipulado y crecimiento espiritual para ellos en su aldea. Para lo cual será importante el evangelio en Fula, ya que casi ninguno de los que allí vive habla el criollo y mucho menos el portugués.

La Visión

Antes de llegar a Bissau, Dios ya nos había dado una carga en el corazón personalmente a cada uno por el grupo étnico de los Fulas. Unas semanas previas a nuestro viaje a Guinea Bissau, en un tiempo de intercesión Dios nos dá una palabra en Apocalipsis 22:1-3. Sabíamos que Dios quería la sanidad para Guinea Bissau, pero no teníamos nada específico con respecto a eso. Así que decidimos orar para que Dios nos revele un poco más de lo que ya estaba hablando.

Ya en Bissau, y transcurrido unos días allí, en un tiempo de adoración en el que compartíamos con el equipo, Dios nos habla nuevamente a nuestro corazón la palabra de Ezequiel 47, ampliando mas la palabra dada en Apocalipsis tiempo antes de llegar allí. Entendimos entonces que como dice Ezequiel, la sanidad de las naciones venia por medio del agua que salía del Templo, esta traía vida a todo lugar donde llegaba, y Dios nos habló de movilizar a su iglesia, su templo en Bissau, para que de allí, salga la sanidad a la nación entera. Vimos iglesias grandes, llenas de potenciales que necesitan ser movilizados más allá de la ciudad y creemos que es la tarea que Dios nos está encomendando. Sabemos que no vamos a estar siempre allí, y queremos en el tiempo que estemos dejar en el corazón de los hermanos guinenses la importancia y urgencia de comunicar el evangelio de Jesús, y dejarles herramientas para que sean capaces de hacerlo.